CreativAs, empáticAs y multidisciplinariAs, transformamos marcas en experiencias visuales auténticas, humanas y con propósito.
Nanai Estudio nace de una necesidad muy concreta: encontrar una manera de trabajar que me permitiera ser honesta conmigo misma. Un espacio donde poder expresarme y dar lo mejor de mí sin tener que encajar en moldes que no me representan. Un lugar donde las emociones tengan espacio (las buenas y las no tan buenas), y donde cuidar de la mente y el cuerpo sea parte del proceso creativo.
En un mundo que nos empuja a fingir seguridad constante, a tener todas las respuestas y a mostrarnos impecables las 24h, Nanai quiere ser justo lo contrario: un sitio seguro para la duda, la emoción, la vulnerabilidad y el aprendizaje. Aquí no hace falta tenerlo todo claro. De hecho, entendemos que los comienzos están llenos de preguntas, miedos e incertidumbre… y está bien. Lo celebramos.
Para mí era clave construir un estudio que no solo ofreciera diseño, sino también acompañamiento. Un espacio libre de juicios, con una mirada abierta, social y humana. Porque sé lo que es sentirse fuera del sistema, dudar de una misma, tener miedo de no parecer “suficiente” por ser joven, mujer, o simplemente por no tenerlo todo claro desde el minuto uno.
Nanai tiene un compromiso con todas esas personas que, como yo, alguna vez se han sentido fuera de lugar. Queremos dar voz a quienes no suelen tenerla: a artistas, emprendedores y colectivos que encuentran más barreras de las que deberían. Y si podemos ayudar desde lo visual, desde el diseño y desde el cariño, para nosotras es un honor.
Aquí el diseño es la excusa. Lo importante es la historia. El vínculo. El proceso compartido. Porque sabemos que emprender, crear o empezar algo nuevo puede ser solitario, queremos caminar contigo, paso a paso, para hacerlo más amable y real. A nuestro ritmo, con nuestras reglas, con corazón.